Mi sombra se camufló en la oscuridad
mientras esperaba sentado a que algo sucediera.
Anduve a rastras en la basura
y sólo conseguí destrozarme las rodillas
Eran tiempos de tormenta
sabes, cuando el cielo ennegrece sin aviso
como un lobo escondido tras la maleza
como el guantazo de un padre
Dias en que la ausencia
se anteponia a las duras palabras
mientras el vaho de la fria mañana
me besaba al tomar mi desayuno
Soñé con tiempos mejores
pero más allá del espejismo
me encontré a solas con la realidad
mientras deseaba estar ciego
Vi caer mi vida al suelo
como un vaso de cristal
no quise deterlo
tan sólo hubiese acabado peor
Deje rodar mi alma
hasta atravesar el bosque de espinas
para lamer mis heridas
en una tarde de sal y olas
Unas noches más tarde
tras enloquecer entre papeles
y cajas de cartón
una voz en la distancia
me indicó un camino extraño
Pero como diria Bob Dylan
"Cuando no tienes nada,
no tienes nada que perder"
Ahora, soy una especie de vagabundo
con un bolsillo lleno de cristales rotos
y en el otro
una bonita historia que contar.
Y llegado a este punto sólo me queda una pregunta que plantear...
...¿Cuanta felicidad es capaz de soportar un hombre sano,
antes de perder la cabeza?
20/2/16
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1 comentario:
Si hay que perder la cabeza, al menos que sea de felicidad. Siéntete afortunado.
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